Como asidua lectora y como maestra siempre he tenido muy claro el poder que tienen las palabras y las enseñanzas cuando se transmiten por medio de un libro. Sin embargo no me había imaginado nunca lo que implicaría estar del otro lado, es decir, ser yo la que transmitiera, la que tocara los corazones con mis palabras...¡ser la escritora!.
Hace poco se estuvo celebrando en la Escuela Americana de El Salvador la semana de la lectura.
Muchas actividades se realizaron: lectores misteriosos, concursos, padres invitados, feria del libro y maestros que imparten talleres en otros niveles escolares.
Por supuesto que fui a varias clases a compartir mis cuentos, Alissa, mi latita,era la estrella. Además, tener una maestra autora caminando por los pasillos entusiasmó a grandes y chicos, la repentina fama me gustó, pero la experiencia más gratificante la recibí de parte de una clase de quinto grado.
Son los mayores de primaria por lo que no podía llegar y contarles un cuento para niños pequeños por lo que decidí narrarles "El almendro y el muro"
Las reacciones fueron fantásticas y enriquecedoras, los niñ@s captaron el mensaje y sacaron sus propias conclusiones. Al finalizar me hicieron preguntas sobre el proceso que me llevo a escribir y fue allí como pude sentir el poder que tienen mis palabras ahora.
He dejado de ser para ellos la maestra de parvularia, ahora soy una autora, alguien a quien admirar e imitar, una gran responsabilidad de mi parte.
Si ya antes sentía la necesidad de que mis palabras fueran de la mano con mis acciones, hoy ese compromiso es mayor.
Me agradó mucho poder compartir mis experiencias a otro nivel, explicar la importancia de trabajar de la mano con la familia, el valor de plantearse una meta y luchar hasta lograrla y en lo bien que se siente ayudar a otros.
Comprendo ahora más que nunca que mi misión en este planeta apenas comienza, es mi más grande anhelo poder llegar hasta muchos rincones con mis cuentos y sus valores, sembrar semillas más allá del aula, "construir patria" como me diría mi gran amiga, y escritora también, Victoria de Marroquín.
Espero que la vida me regale la satisfacción de llegar a otros más allá de las paredes de mi amada escuela, sin duda es un gran reto....pero de un tiempo a la fecha me gustan los grandes retos y ya no me parecen tan inalcanzables!!
