Mi primo ha fallecido.
Hasta el momento una de las pérdidas más cercanas que he vivido.
Primo hermano por los dos lados de la familia crecimos juntos entre risas, piscinas, billar,barcos pesqueros,juegos,pasajes,beisball,bicicletas,música y otros.
De la misma edad que mi hermano mayor, compañeros de travesuras y sueños.
Recuerdo con nitidez su mirada y sus carcajadas ante las locuras que su hermana Gracia y yo hacíamos.
Los cuatro, cómplices de niñez...
Como suele suceder, la vida de adultos nos separó,pero los momentos de nuestra infancia nos siguen uniendo.
Las familias se reúnen frente a acontecimientos que marcan sus vidas como es un nacimiento,un cumpleaños,las comuniones, los aniversarios y las separaciones.
Hace casi un mes nos reunimos a celebrar la vida de una tía, más de 80 años de salud y lucidez.
Hoy nos toca reunirnos por Luis Armando que a sus 47 años se nos adelantó.
La vida es así, está escrito que nacemos, crecemos, nos reproducimos y morimos...lo aprendemos de memoria desde segundo grado como parte de las características de los seres vivos.
Lo sabemos...pero no lo pensamos mucho...hasta que llega el momento duro de afrontarlo y entonces tenemos dos opciones: llorar por la vida perdida o sonreír por la vida vivida.
Mi familia, la del lado de mi madre, lo está afrontando con una sonrisa.
Mi prima ha dedicado un álbum de fotos en una red social y todos hemos aportado comentarios y recuerdos.
Eso me hace estar muy orgullosa de mis raíces.
Somos una familia alegre, unida... y deseo aprovechar este espacio para decirles a cada uno de sus miembros que los quiero mucho, que me siento feliz y orgullosa de Los Araujo, Los Romagoza, Los Ciudad Real, Los Chávez y Los Cuellar.
Esta vez mi blog no dará consejo ni enseñanaza...solamente terminaré repitiendo una verdad muy trillada pero muy cierta:
Cuiden y amen a sus seres queridos, atesoren lindos recuerdos como los que atesoramos de Luis Armando, para que, cuando le toque partir a alguien, los ojos se llenen de lágrimas pero los rostros dibujen una sonrisa.
