miércoles, 19 de mayo de 2010

Un abrazo infinito...



Lo infinito por definición del diccionario es "Algo que no tiene ni puede tener fin ni termino"
Mi amigo chileno, Rodrigo Pumarino, terminaba nuestros correos o nuestras conversaciones mandando un "abrazo infinito".

La frase la escuché por mucho tiempo y se hizo parte de mi lenguaje con mis amigos y amigas.
Un día, después de despedirnos como de costumbre, me quedó grabada la idea de escribir un cuento con ese nombre.

El protagonista no podía ser ni más ni menos que mi pequeño hijo Carlos Alberto, porque es muy cariñoso. Le gusta dar abrazos fuertes y cálidos.

La historia narra a un pequeño niño que debe separarse por una semana de su madre y ésta, antes de salir de viaje, le regala un "abrazo infinito".
Carlitos conoce todo tipo de abrazos pero jamás había oído hablar de los abrazos infinitos y al recibirlo no le parece especial, pero no dice nada.

Al final del cuento los descubre como aquellos abrazos que quedan grabados en el corazón y que duran mucho tiempo, sin importar que tan lejos esta la persona que los dio.

Un relato infantil que busca tocar las emociones y enseña a descubrir la magia que se encuentra en las cosas simples de la vida.

A todos mis lectores les envío... ¡un abrazo infinito!