miércoles, 1 de diciembre de 2010

Excusas parte 2. (El lobo de la caperucita)

Todos conocen un lado de mi historia. Hoy quiero contarles lo que realmente sucedió ese día en el bosque.

Yo tengo un huerto frente a mi casa que requiere mucho cuidado diario. Esa fatídica mañana yo estaba abonando los rábanos cuando apareció una pequeña niña llamada Caperucita que se dirigía hacia la casa de su abuelita.
Me preguntó la dirección porque se sentía algo perdida y le dije como llegar al otro lado del bosque.
Después de un rato me preocupé. "Debí llevarla yo mismo" pensé. Fue entonces que decidí adelantarme por otro camino mas corto hacia la casa de la abuelita, solo para estar seguro de que Caperucita no se hubiera extraviado nuevamente.

Al llegar toqué la puerta y una dulce anciana abrió, pero no me dejó hablar, me vio y comenzó a gritar como loca. Me asustó muchísimo. Entré en pánico, porque ustedes no lo saben, pero los lobos sufrimos de ataques de pánico.
La única forma de hacer que callara era comiéndomela. Cuando reparé en lo que había hecho comprendí que la pequeña niña iba a llorar al no encontrar a su linda abuelita, por lo que decidí disfrazarme para suplantarla.

Cuando Caperucita llegó, comenzó a hacer muchas preguntas que me pusieron nervioso y decidí que la única forma de salir de ese lío era comerla a ella también.
El cazador no escuchó mis explicaciones y me hicieron una cirugía delicada de forma incorrecta.
Mi demanda aún se encuentra en proceso, pero espero se reconozcan mis derechos y me paguen todos los gastos de mi recuperación y los de mi huerto.

¿Saben que es lo peor de esta historia?
¡Rompí mi dieta! ¡Soy vegetariano!

Las excusas. Parte 3 (Pinocho)

¡Hola! ¡Soy Pinocho!
Ustedes sin duda ya conocen mi historia. Yo era un muñeco de madera y se que me porté muy mal con mi papá Gepetto,pero quiero aprovechar este espacio que me han permitido en este blog para explicar mis razones.

Todo árbol comienza con una semilla dormida por meses en la tierra, yo nací como un árbol de pino, los pinos se tardan mucho en crecer, se necesitan de diez a quince años para poder tener la madera que se utiliza en las carpinterías.

¿Se imaginan eso? Pasé diez años de mi vida inmóvil en el tronco de un pino. Luego me convirtieron en tabla y estuve sin moverme por un buen tiempo más hasta que a papá Gepetto se le ocurrió hacerme porque se sentía solo.

Cuando finalmente pude moverme por mis propios medios me mandaron a una escuela donde la maestra quería que me quedara quieto. ¡Como un mueble más! ¡Eso no era posible!
¿Me entienden verdad?
Necesitaba acción, escapar ...¡irme al circo!

Claro que me encontré con personas que se quisieron aprovechar de mi inocencia y lo que más me duele aún, es recordar la desconfianza que mi hada madrina tenía conmigo. Tan poco confiaba en mi, que hechizó mi nariz para que creciera cuando yo le decía mentiras.
¡Ah! Pero no eran mentiras, lo que pasa es que siempre he tenido una imaginación increíble e inventaba fantásticas historias para explicar dónde estaba y qué andaba haciendo.

Pero lo importante es que rescaté a papá Gepetto dentro de la ballena y aprendí la lección, ahora que soy un niño de carne y hueso voy a la escuela y me quedo muy quietecito gracias a una pastillita blanca que tomo por las mañanas.

martes, 30 de noviembre de 2010

Excusas parte 1 (La madrastra de Blancanieves)

Crecí siendo hija única, con un padre consentidor y una madre metódica. No fui a la universidad y fui entrenada para casarme y ser la reina del hogar. Se perfectamente como dar diez ordenes al mismo tiempo y revisar que todo esté en su lugar y exactamente como fue ordenado.
Manejo mayordomos, choferes, mucamas y niñeras con perfección y rigidez porque todo debe estar siempre impecable.

Logré casarme muy bien y tuve dos hijas, las cuales han heredado mi carácter. Lamentablemente quedé sola en la vida y tuve que emprender la búsqueda de un nuevo esposo que cumpliera mis requisitos económicos. No fue fácil, pero finalmente encontré a un rey viudo sentimental con una hija muy pequeña.

Todo estaba bien hasta que la niña creció, no sé por qué se comenzó a escuchar el rumor de que esta niña era más preciosa que cualquiera en el reino.

A mí no me afectó, tengo mi autoestima muy alta, pero por cualquier cosa decidí preguntarle a mi espejo mágico si esto era verdad.
Llevaba más de cuarenta años escuchando al espejo decir que yo era la más bella del lugar… cuando de pronto paso lo inimaginable.

¡Mi espejo me dijo que Blancanieves era más hermosa !

¿Se pueden imaginar lo que sentí?

Fue un gran dolor, no solamente emocional sino también físico, me dolía tanto el pecho que pensé que me daría un infarto.
¡No era posible, nadie puede ser mejor que yo!

Es por eso que me veo en la obligación de eliminar a Blancanieves sin que mi esposo actual se entere.

¿Qué otra cosa puedo hacer?

Si la mando a estudiar al extranjero seguirá siendo bella para mi espejo.
Si la caso para que engorde teniendo muchos hijos, siempre será bella en su interior.
No hay nada que pueda hacer ante esa belleza, la que se irradia desde el fondo del ser…

No tengo otra opción… Le pondré veneno a esta manzana.