miércoles, 1 de diciembre de 2010

Las excusas. Parte 3 (Pinocho)

¡Hola! ¡Soy Pinocho!
Ustedes sin duda ya conocen mi historia. Yo era un muñeco de madera y se que me porté muy mal con mi papá Gepetto,pero quiero aprovechar este espacio que me han permitido en este blog para explicar mis razones.

Todo árbol comienza con una semilla dormida por meses en la tierra, yo nací como un árbol de pino, los pinos se tardan mucho en crecer, se necesitan de diez a quince años para poder tener la madera que se utiliza en las carpinterías.

¿Se imaginan eso? Pasé diez años de mi vida inmóvil en el tronco de un pino. Luego me convirtieron en tabla y estuve sin moverme por un buen tiempo más hasta que a papá Gepetto se le ocurrió hacerme porque se sentía solo.

Cuando finalmente pude moverme por mis propios medios me mandaron a una escuela donde la maestra quería que me quedara quieto. ¡Como un mueble más! ¡Eso no era posible!
¿Me entienden verdad?
Necesitaba acción, escapar ...¡irme al circo!

Claro que me encontré con personas que se quisieron aprovechar de mi inocencia y lo que más me duele aún, es recordar la desconfianza que mi hada madrina tenía conmigo. Tan poco confiaba en mi, que hechizó mi nariz para que creciera cuando yo le decía mentiras.
¡Ah! Pero no eran mentiras, lo que pasa es que siempre he tenido una imaginación increíble e inventaba fantásticas historias para explicar dónde estaba y qué andaba haciendo.

Pero lo importante es que rescaté a papá Gepetto dentro de la ballena y aprendí la lección, ahora que soy un niño de carne y hueso voy a la escuela y me quedo muy quietecito gracias a una pastillita blanca que tomo por las mañanas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.